Día 15
La rutina del agua oxigenada fue la protagonista de este día. En primer lugar, no nos vamos a engañar, resulta bastante "molesto" tener que andar por la calle con un gotero. Pero debo decir que ese no fue el peor de mis problemas: hoy comencé a sentir náuseas al tomar el fungicida.
La primera vez fue al mediodía, donde el sabor me resultó más intenso de lo habitual y me dejó un poco mal durante un rato. En la noche no pude: empecé a tomar el agua mineral con el H2O2 y tuve que dejarlo a la mitad, porque las náuseas fueron intensas. A la mañana siguiente (día 16), fue más leve, aunque también me dejaron bastante indispuesto. Así que decidí descansar ese día y el siguiente para ver cómo podía hacer.
La solución: beberlo con alguna infusión (manzanilla, poleo, etc.), que yo he preparado con agua mineral hervida. Lo he probado esta misma mañana (día 18) y me ha costado un poco menos, pero igual el sabor me ha quedado un rato en la boca. Hay otros fungicidas que se pueden utilizar de forma alternativa, pero no son tan efectivos. Tendré que seguir probando y ver cómo evolucionamos juntos o cambiar a uno que no sea tan potente, aunque tarde más en conseguir el objetivo.
Por lo demás, comí en un vegetariano una ensalada caprese con queso de anacardos en vez de mozzarella y estaba delicioso. Además, hoy estaba especialmente contento porque pude volver a ponerme una chaqueta que llevaba más de 3 años sin usar... ¡Un logro!